enero 16, 2012

Ácidos grasos ω-3. Ácidos grasos ω-6.



Cada día los términos omega-3 y omega-6 están más presentes en nuestras vidas. Sin embargo, no todo el mundo tiene claro a que hacen referencia.



Un ácido graso está compuesto por una cadena hidrocarbonada lineal, con un número par de átomos de carbono y en cuyo extremo hay un grupo carboxilo (COOH). Los ácidos grasos forman parte de moléculas más complejas, como los fosfolípidos y los glucolípidos. En el cuerpo humano se encuentran principalmente formando triglicéridos, es decir, tres ácidos grasos esteríficados con una molécula de glicerol. Los triglicéridos se almacenan en el tejido adiposo.
Los carbonos de los ácidos grasos se unen entre si por enlaces sencillos o dobles enlaces. Los ácidos grasos saturados no presentan dobles enlaces, pero los insaturados presentan al menos un doble enlace (monoinsaturados) o dos o más dobles enlaces (poliinsaturados).




Al observar la estructura de los ácidos grasos insaturados (según la nomenclatura Holman, quien propuso enumerar los ácidos grasos desde su metilo terminal, que es el extremo de la molécula y que este investigador propuso designar como carbono omega (ω)), se concluye que existen tres grandes grupos de ácidos grasos insaturados, según la posición de sus dobles enlaces.
  •  El primer grupo tiene el doble enlace entre los carbonos 9 y 10 y se denomina FAMILIA O SERIE ω-9. Su principal componente es el ácido oleico.
  •  El grupo de ácidos grasos que posee su primer doble enlace entre los carbonos  6 y 7 se identifica como la FAMILIA O SERIE ω-6. El principal componente de esta serie es el ácido linoléico.
  • Por último, un tercer grupo de ácidos grasos posee su primer doble enlace entre los carbonos 3 y 4 y se le identifica como perteneciente a la FAMILIA O SERIE ω-3. El ácido graso más importante de esta familia es el α-linolénico.
Estos ácidos grasos originan por procesos enzimáticos de elongación y desaturación , ácidos grasos de mayor tamaño de cadena y con mayor grado de insaturación ( mayor número de dobles enlaces), que se conocen como ácidos grasos insaturados de cadena larga. El proceso de transformación más crítico es la desaturación. Los vegetales pueden desaturar  los ácidos grasos saturados en las posiciones ω-3, ω-6 y ω-9. Los animales solo pueden introducir dobles enlaces a partir del carbono ω-9 en adelante, no pueden desaturar las posiciones ω-3 y ω-6, por eso, para los mamíferos, el ácido linoléico y el ácido α-linolénico son esenciales, es decir, estos deben estar presentes en la dieta en determinadas cantidadesEl ácido oléico no es un ácido graso esencial, ya que se puede sintetizar a partir del ácido esteárico, que tiene también 18 átomos de carbono pero no posee dobles enlaces.
A partir del ácido linoleico se sintetiza el ácido araquidónico y a partir del ácido linolénico el ácido icosapentanoico y docosahexanoico.

Ácidos grasos ω-3


Dentro de esta familia, el ácido graso esencial es el α-linolénico. Sin embargo, dentro de la serie ω-3 los ácidos grasos, no esenciales más importantes son:
  •  Ácido eicosapentanoico (EPA): tiene un papel básico en la función neuronal (señal celular y riego sanguíneo neuronal), en el desarrollo correcto del cerebro y la vista y en la síntesis de prostaglandinas. Se puede convertir con facilidad, si es necesario, en DHA.
  • Ácido docosahexanoico (DHA): forma parte de las membranas celulares  y, durante la gestación y la primera infancia, posee un papel básico en el desarrollo visual.

La tasa de conversión en humanos del ácido linolénico a EPA o DHA es muy baja, lo cual sugiere que la fuente principal de estos ácidos grasos insaturados de cadena larga es la dieta. Las algas son las principales productoras de DHA y EPA y, por tanto, los peces que comen estas algas también son ricos en ácidos grasos ω-3. Por tanto, estos ácidos grasos se encuentran en pescados de agua fría, sardina, salmón, atún… en las semillas de calabaza y en las nueces.



Ácidos grasos ω-6


El ácido graso ω-6 esencial es el ácido linoleico. En esta familia,  destacan como ácidos grasos no esenciales más importantes:
  • Ácido gammalinolénico (GLA): su síntesis por parte del organismo, al igual que ocurre con EPA y DHA, es muy complicada. Es un componente importante de la membrana celular y es precursor de las prostaglandinas.
  •  Ácido araquidónico (AA): también es básico para la síntesis de ciertas prostaglandinas.

Estos ácidos grasos están presentes en los aceites de semillas de plantas, como el aceite de girasol o el de maíz.


Los lípidos deben suponer el 30% de las calorías diarias de la dieta, siendo los ácidos grasos saturados los que se necesitan en menor proporción. La dieta actual es deficiente en ácidos grasos ω-3, siendo la proporción de ácidos grasos ω-6/ ω-3 ingerida de 15/1.

Importancia de los ácidos grasos esenciales

          Actividad antiinflamatoria

Los ácidos grasos ω-3 intervienen en la síntesis de prostaglandinas, moléculas que se sintetizan y se liberan para llevar a cabo su papel de manera inmediata, al contrario de lo que ocurre con las hormonas, las cuales se almacenan.  La familia ω-3 sintetiza las prostaglandinas de tipo 3, que provocan vasodilatación, disminuyen la actividad plaquetaria y la inflamación. El ácido graso encargado de ello es el ácido eicosapentanoico (EPA).

Los ácidos grasos ω-6 sintetizan prostaglandinas, pero en este caso de tipo 1, las cuales tienen las mismas funciones que las sintetizadas por la familia ω-3. El ácido graso ω-6 que actúa como precursor en la síntesis de prostaglandinas es el ácido gammlinolenico (GLA).

Si no hay una cantidad adecuada de EPA y GLA, se disminuyen las prostaglandinas de tipo 3 y 1(antiinflamatorias), lo que provoca un aumento de las de tipo 2 (proinflamatorias). Las prostaglandinas de tipo 2 se generan a partir de ácido grasos ω-6, como las de tipo 1. Por tanto, un aumento en el consumo de ácidos grasos ω-3 aumentaría las prostaglandinas antiinflamatorias. Algunos estudios han concluido diciendo que algunas enfermedades inflamatorias crónicas, véase colitis ulcerosa, enfermedad de Cronh, artritis reumatoide o asma, pueden ser tratadas con ácido grasos ω-3 para disminuir los síntomas. Otros estudios han observado que los ácidos grasos ω-3 protegen los pulmones frente a enfermedades inflamatorias.




          Actividad sobre la piel y las mucosas

Como se ha señalado antes, los ácidos grasos forman parte de las membranas celulares e influyen sobre las características de las mismas.
La piel, especialmente cuando sufre quemaduras o sequedad, necesita ácidos grasos esenciales. Frente a estas situaciones de estrés, el organismo reacciona liberando ácidos grasos de la membrana de las células de la piel. Se debería aumentar el aporte de ácidos grasos EPA, DHA y GLA para que aumenten las prostaglandinas antiinflamatorias y se restablezca su balance de estos ácidos graos en la membrana, disminuyendo así el dolor, el hinchazón y el enrrojeciemiento de la piel.
Las mucosas recubren el tubo digestivo, el tracto genitourinario, las vías respiratorias y otros conductos corporales. La mucosa ocular está formada por una gran cantidad de ácidos grasos poliinsaturados, al igual que la retina. El ácido graso docosahexanoico constituye el 20% de todos los ácidos grasos presentes en la retina y un déficit del mismo puede alterar la visión.

          Efecto cardiovascular

REDUCCIÓN DEL COLESTEROL Y LOS TRIGLICÉRIDOS

Los aceites de pescado, ricos en ω-3, reducen lo niveles de triglicéridos en sangre un 30-45%. Reducen moderadamente los niveles de LDL y colesterol total y aumentan los de HDL, aunque esto varia mucho entre personas.

HIPERTENSIÓN, TROMBOSIS Y PLACA DE ATEROMA

Los ácidos grasos ω-3 y ω-6 reducen la presión arterial, sobre todo en pacientes hipertensos. Como se ha señalado antes, promueven la síntesis de prostaglandinas antiinflamatorias, que tienen un efecto vasodilatador y antiagregante plaquetario. Con esto, se reduce el riesgo de trombosis.




Todos efectos en conjunto reducen la formación de la placa de aterona y protegen frente al infarto de miocardio.
               
ARRITMIA Y MUERTE SÚBITA

Diversos estudios han demostrado que los ácidos grasos ω-3 disminuyen el riesgo de muerte súbita por arritmia, ya que estabilizan eléctricamente la contracción del músculo cardíaco.

           Efectos en el desarrollo infantil

Parece ser que el Trastorno por Déficit de Atencion e Hiperactividad (TDAH) está relacionado con la presencia o la ausencia de ciertos componentes nutricionales en la dieta. Hay evidencias de que el TDAH está asociado con déficits de ciertos ácidos grasos de cadena larga, como EPA, DHA y AA.

           Efectos sobre la mujer

En diversos estudios se ha observado que la suplementación con aceite rico en ácido gammalinolénico disminuye los síntomas premestruales, ya que aumenta la producción de prostaglandinas con actividad antiinflamatoria.
Durante el embarazo, es necesario aportar una mayor cantidad de ácidos grasos para que el sistema nervioso del feto se desarrolle correctamente. Los mismo ocurre durante la lactancia materna. Es por ello, que las mujeres embarazadas o  lactantes deben suplementar su dieta con ácidos grasos. Además, los ácidos grasos reducen el riesgo de nacimientos prematuros y ayudan a relajar el útero durante el parto



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