La fructosa es un monosacárido que se encuentra en la dieta en tres formas, principalmente:
- Fructosa libre presente en frutas y en la miel
- Componente del disacárido sacarosa (glucosa + fructosa)
- Como fructanos, que son cadenas de fructosa con una molécula de glucosa terminal. Los fructanos no se absorben ni se digieren en el intestino delgado. El número de moléculas de fructosa determinará la longitud de los mismos. Los fructanos de cadena corta (fructooligosacáridos) se suelen fermentar más rápidamente que aquellos de cadena larga (inulina)
La
fructosa se está utilizando cada vez más en la industria alimentaria debido a
dos hechos: se ha diseñado un proceso a nivel industrial que permite convertir
la glucosa del almidón de maíz en fructosa y se ha visto que la fructosa es el
más dulce de los azúcares.
Por otro lado, se ha visto que en un porcentaje considerable de sujetos sanos existe una absorción incompleta de fructosa lo que
provoca diarrea y dolor cólico abdominal tras la ingesta de una determinada
cantidad de este monosacárido. La prevalencia de malabsorción de fructosa en
sujetos sanos oscila entre 40-90% tras la ingesta de 50 g de este hidrato de
carbono. La malabsorción de fructosa viene determinada tanto por la dosis como
por la concentración. Hay que resaltar que la capacidad de absorción de este
azúcar varía considerablemente entre individuos.
Sin embargo, se debe reseñar que la ingestión de fructosa en forma de sacarosa no se acompaña de
malabsorción apreciable en este tipo de sujetos y que la adicción de
glucosa a las soluciones de fructosa facilita la absorción de fructosa, aunque
esto depende de la dosis.
Parece ser que existen dos
mecanismos diferentes de absorción de la fructosa:
- Transporte estimulado dependiente de la dosis de fructosa que se ve facilitado por la presencia de glucosa en la luz intestinal. El transportador que lleva a cabo esta acción, GLUT 5, tiene una elevada afinidad por la fructosa, podría absorber hasta 50 gr de fructosa administrados de forma única tanto si se aporta como sacarosa como si se hace en forma de fructosa libre.
- Parece ser que cuando la cantidad de fructosa supera la de glucosa, existe un segundo mecanismo de transporte facilitado independiente de la glucosa. Solo podría facilitar la absorción de cantidades inferiores a 5 g de fructosa administrada de forma única en individuos sanos. Esta hipótesis necesita un mayor estudio.
Para entender la absorción de fructosa, hay que tener en cuenta algunos principios fisiológicos de la misma:
- La fructosa, ya que es un monosacárido, no necesita sufrir ningún proceso para ser absorbido. Su absorción es directa.
- Cuando la fructosa se absorbe como sacarosa, este se rompe en glucosa y fructosa gracias a las enzimas del intestino. Como se ha dicho, el transporte de fructosa se ve facilitado por la presencia de glucosa. Por tanto, la fructosa dada como sacarosa (glucosa + fructosa) suele ser bien tolerada.
- Ya que en presencia de glucosa, se facilita la absorción de fructosa, el exceso de fructosa que se ingiere en relación con la glucosa puede que sea el principal desencadenante de la malabsorción.
- Algunos aminoácidos también facilitan la absorción de fructosa.
Por otro lado, hay que tener en cuenta que los pacientes que
presentan malabsorción de fructosa, suelen presentar también problemas en la absorción del sorbitol. Este es un
polialcohol con una estructura similar a la fructosa, lo que puede determinar
que compitan por el mismo transportador intestinal. Se suele utilizar como
edulcorante en aquellos productos sin azúcar y se utiliza como aditivo en la
industria alimentaria y farmacéutica.
Cuando la fructosa y el
sorbitol que no han sido absorbidos en
el intestino delgado alcanzan el colón, son fermentados por las bacterias allí
presentes y se producen ácidos grasos de cadena corta (principalmente, acetato,
propionato y butirato) y gas (hidrógeno, CO2 y metano). La aparición
de diarrea o síntomas de flatulencia depende en parte del equilibrio entre la
producción y la eliminación de estos productos de la fermentación. Los ácidos
grasos de cadena corta son absorbidos con rapidez por la mucosa colónica, a su
vez, favorecen la absorción de agua y electrolitos y actúan como fuente de
energía tanto para el colonocito como para el organismo en general.
Por lo tanto, la diarrea se produce cuando:
- La velocidad de llegada de fructosa o sorbitol al colón es superior a la velocidad de fermentación bacteriana de estos azúcares. Esto provoca una sobrecarga osmótica en el colón y la aparición de diarrea.
- Cuando la capacidad de fermentación por parte de las bacterias del colón se encuentra disminuida, lo cual provoca una menor producción de ácidos grasos de cadena corta y se reduce la capacidad de absorción de agua y electrolitos.
TRATAMIENTO DIETÉTICO
La
estrategia dietética consistiría en evitar los alimentos con:
- Un alto contenido en fructosa libre.
- Fructanos de cadena corta que son inulina, fructooligosacáridos y oligofructosa.
- Sorbitol
Dando preferencia a los alimentos en
los cuales el contenido en glucosa es superior al de fructosa o está balanceado
e ingerir glucosa libre para balancear el exceso de fructosa libre.
A continuación se indican los
alimentos que se podrían consumir con seguridad y aquellos que se deberían evitar.
ALIMENTOS CUYO CONSUMO ES SEGURO
1. Tubérculos: patatas viejas (más abajo se explica el porqué).
2. Cereales: las harinas y sémolas de trigo, avena, maíz, centeno y arroz, así como los alimentos elaborados con ellas (siempre y cuando en estos alimentos no haya un ingrediente a evitar). Pan blanco y pasta. Fécula de patata.
3. Vegetales: suelen depender de la persona. La acelga, las espinacas, las endivias, las setas, la escarola no suelen dar problemas. Las coles (berza, col, coliflor), la lechuga, el pepino.... si se consumen en pequeñas cantidades pueden ser tolerados.
4. Frutas: en pequeñas cantidades y de forma ocasional, algunas personas toleran las aceitunas, los aguacates, los limones y las limas.
5. Lácteos: la leche, la leche en polvo sin fructosa, el yogur que no contenga ni frutas ni fructosa, los quesos y la nata.
6. Carnes, huevos y pescados: Si son frescos presentan problema. Los embutidos caseros tampoco, aunque hay que prestar atención a su composición.
7. Legumbres: las alubias, los guisantes, los garbanzos y las lentejas se deben consumir con moderación.
8. Edulcorantes: el jarabe de glucosa, la glucosa, la sacarina, el aspartamo, el ciclamato.
9. Postres y galletas: se pueden consumir aquellos en los que se empleen los edulcorantes arriba citados, siempre y cuando no contengan algun ingrediente de los "no permitidos".
10. Bebidas: agua, té, infusiones, café.
11. Condimentos y salsas: las especias y hierbas aromáticas, la sal, el vinagre, la mostaza, las levaduras.
12. Aceites y grasas: los aceites vegetales, la mantequilla y la margarina.
ALIMENTOS QUE SE DEBEN EVITAR
1. Tubérculos: el consumo de patatas nuevas debe ser moderado.
2. Cereales: las harinas y cereales integrales y la harina de soja.
3. Vegetales: practicamente todos excepto los indicados arriba.
4. Frutas: se deben evitar todas las frutas excepto las indicadas arriba, aunque suele haber variaciones interpersonales.
5. Lácteos: la leche condensada, los batidos de leche, el helado comercial, los yogures con frutas, con vainilla o saborizados. Hay que prestar atención a la leche y yogures de soja, también se deben evitar.
6. Carne, huevos y pescados: se debe comprobar el etiquetado de estos productos procesados y evitar aquellos con sacarosa, fructosa, sorbitol.
7. Legumbres: exceptuando aquellas ya mencionadas anteriormente, es mejor evitar el resto de legumbres.
8. Edulcorantes: la miel, la fructosa, el sorbitol, la sacarosa.
9. Postres y galletas: comprobar el etiquetado de todos los helados comerciales, sorbetes, polos, productos de pastelería y bolleria, las galletas comerciales, las pastas. Aquellos elaborados con fructosa, sacarosa o sorbitol se deben evitar. Prestar especial cuidado a aquellos calificados como "dietéticos", "para diabéticos" o "sin azúcar".
10. Bebidas: las bebidas hechas a base de frutas, con sacarosa, fructosa o sorbitol se deben evitar.
11. Salsa y condimentos: ketchup y salsas industriales con fructosa o cualquier elemento que las contenga.
12. Aceites y grasas: prestar atención a los aderezos con fructosa y sacarosa (industriales).
Por otro lado, se deben prestar atención a una serie de datos que pueden contribuir a que el seguimiento de estas pautas sea más ameno, como son:
1. Tubérculos: patatas viejas (más abajo se explica el porqué).
2. Cereales: las harinas y sémolas de trigo, avena, maíz, centeno y arroz, así como los alimentos elaborados con ellas (siempre y cuando en estos alimentos no haya un ingrediente a evitar). Pan blanco y pasta. Fécula de patata.
3. Vegetales: suelen depender de la persona. La acelga, las espinacas, las endivias, las setas, la escarola no suelen dar problemas. Las coles (berza, col, coliflor), la lechuga, el pepino.... si se consumen en pequeñas cantidades pueden ser tolerados.
4. Frutas: en pequeñas cantidades y de forma ocasional, algunas personas toleran las aceitunas, los aguacates, los limones y las limas.
5. Lácteos: la leche, la leche en polvo sin fructosa, el yogur que no contenga ni frutas ni fructosa, los quesos y la nata.
6. Carnes, huevos y pescados: Si son frescos presentan problema. Los embutidos caseros tampoco, aunque hay que prestar atención a su composición.
7. Legumbres: las alubias, los guisantes, los garbanzos y las lentejas se deben consumir con moderación.
8. Edulcorantes: el jarabe de glucosa, la glucosa, la sacarina, el aspartamo, el ciclamato.
9. Postres y galletas: se pueden consumir aquellos en los que se empleen los edulcorantes arriba citados, siempre y cuando no contengan algun ingrediente de los "no permitidos".
10. Bebidas: agua, té, infusiones, café.
11. Condimentos y salsas: las especias y hierbas aromáticas, la sal, el vinagre, la mostaza, las levaduras.
12. Aceites y grasas: los aceites vegetales, la mantequilla y la margarina.
ALIMENTOS QUE SE DEBEN EVITAR
1. Tubérculos: el consumo de patatas nuevas debe ser moderado.
2. Cereales: las harinas y cereales integrales y la harina de soja.
3. Vegetales: practicamente todos excepto los indicados arriba.
4. Frutas: se deben evitar todas las frutas excepto las indicadas arriba, aunque suele haber variaciones interpersonales.
5. Lácteos: la leche condensada, los batidos de leche, el helado comercial, los yogures con frutas, con vainilla o saborizados. Hay que prestar atención a la leche y yogures de soja, también se deben evitar.
6. Carne, huevos y pescados: se debe comprobar el etiquetado de estos productos procesados y evitar aquellos con sacarosa, fructosa, sorbitol.
7. Legumbres: exceptuando aquellas ya mencionadas anteriormente, es mejor evitar el resto de legumbres.
8. Edulcorantes: la miel, la fructosa, el sorbitol, la sacarosa.
9. Postres y galletas: comprobar el etiquetado de todos los helados comerciales, sorbetes, polos, productos de pastelería y bolleria, las galletas comerciales, las pastas. Aquellos elaborados con fructosa, sacarosa o sorbitol se deben evitar. Prestar especial cuidado a aquellos calificados como "dietéticos", "para diabéticos" o "sin azúcar".
10. Bebidas: las bebidas hechas a base de frutas, con sacarosa, fructosa o sorbitol se deben evitar.
11. Salsa y condimentos: ketchup y salsas industriales con fructosa o cualquier elemento que las contenga.
12. Aceites y grasas: prestar atención a los aderezos con fructosa y sacarosa (industriales).
Por otro lado, se deben prestar atención a una serie de datos que pueden contribuir a que el seguimiento de estas pautas sea más ameno, como son:
- Las patatas nuevas presentan un contenido mayor en fructosa que las viejas. Las patatas son ricas en inulina.
- Es recomendable consumir pan de centeno, ya que, aunque como el trigo, pose fructanos, estos son de cadena larga y su efecto osmótico es menor. Los productos elaborados con maíz (cereales del desayuno), cebada, avena… se pueden consumir con normalidad. El arroz, las semillas de lino, de amapola y el sésamo se puede consumir sin problemas. Hay que tener en cuenta que los cereales integrales contienen más fructosa que los no integrales.
- Las verduras con un bajo contenido en fructosa son principalmente: brécol, apio, berros, acelgas, espinacas, escarola.
- Las verduras cocinadas suelen tener un mayor contenido en fructosa que las crudas.
- Es preferible tomar la fruta lo menos madura posible, ya que presenta una menor cantidad de azúcares libres.
- Es importantísimo leerse el etiquetado de los alimentos para no elegir aquellos que contengan fructosa, sorbitol o inulina y fructooligosacáridos. Aquellos productos etiquetados como “sin azúcar” “dietéticos” o “para diabéticos” suelen contener fructosa o sorbitol.
- El jarabe de maíz rico en fructosa y lo alimentos elaborados con él se deben evitar. El jarabe de maíz que no es rico en fructosa no es problemático ya que es rico en glucosa.
- Es necesaria la suplementación de la dieta con vitamina C ya que las fuentes que la contienen están limitadas.
- Algunos medicamentos, como antibióticos, suplementos vitamínicos… contienen fructosa o sorbitol, por lo tanto, hay que elegir aquellos que no posean estas sustancias.