El té es la segunda bebida más consumida del mundo. Desde tiempos antiguos, se le ha atribuido numerosas propiedades beneficiosas y desde hace algunos años, se han llevado a cabo muchos trabajos de investigación para saber cuales son realmente los efectos positivos de un consumo continuado de té.
El té es una bebida que procede de las hojas y las yemas de la planta Camellia Sinensis.
En función de su proceso de manufacturación, el té puede ser:
- Verde: no sufre un proceso de fermentación
- Oolong: las hojas frescas sufren una fermentación parcial.
- Negro y rojo: las hojas se fermentan después de ser cosechadas y luego se secan.
Los polifenoles son los constituyentes más importantes de las hojas del té. El té verde es considerado una fuente importante de polifenoles, especialmente, flavonoides y dentro de este grupo, las catequinas son los flavonoides más importantes de entre los presentes en el té. El té verde contiene otros compuestos, como ácido gálico, otros ácidos fenólicos y flavonoles. El té negro, sin embargo, es rico en otro tipo de polifenoles, teaflavinas y tearubiginas. El contenido en polifenoles del té verde se ve afectado por, entre otras cosas, la preparación de la infusión, el proceso de descafeinado ...
Los componentes principales del té que actúan sobre la salud de las personas son:
- Bases xánticas: cafeína y teofilina
- Aceites esenciales
- Compuestos polifenólicos: son los principales implicados en los efectos beneficiosos del té sobre la salud humana.
Estos son algunos de los efectos positivos del té sobre la salud humana:
Debido a su contenido en polifenoles y otros compuestos, como tocoferoles, carotenoides, ácido ascórbico (vitamina C), el té es una fuente importante de antioxidantes.
- Potencial anticancerígeno y antimutagénico.
Numerosos estudios con animales y cultivos celulares han demostrado el papel del té verde como protector frente al cáncer. Los
estudios en animales han demostrado que el té verde inhibe la carcinogénesis de
la piel, pulmones, cavidad oral, esófago, estómago, hígado, riñón, próstata y
otros órganos. Normalmente, en estos estudios, se relacionó la inhibición de la
carcinogénesis con la apoptosis( muerte celular) y la disminución de la proliferación celular (que está aumentada en procesos carcirogénicos).
Por eso, actualmente, en base a numerosos estudios in vitro, in vivo y
epidemiológicos, el té verde está considerado como preventivo frente al cáncer. El consumo de té parece disminuir el riesgo a padecer cáncer de ovario, este efecto no está tan claro en el caso de cáncer gástrico.
Algunos estudios relacionan un consumo continuado de té verde con una disminución de la tensión arterial y una disminución del riesgo a padecer enfermedades cardiovasculares, aunque no sé conocen los mecanismos que conducen a ello. Otros estudios han señalado que las catequinas reducen
el colesterol plasmático y los niveles de colesterol absorbidos.
Además, los polifenoles del té verde incrementan los niveles de
colesterol HDL, lo que conduce a una mejora, dependiente de la dosis, del
índice aterogénico. Todo esto conduce a pensar que los polifenoles del té verde pueden ejercer una acción antiesclerótica gracias a su capacidad para aumentar los niveles de colesterol HDL y sus propiedades antioxidantes.Una investyigación realizada en Boston señaló que el consumo de una o más tazas de té verde al día disminuye el riesgo de infarto de miocardio respecto a aquellas personas que no beben té.
- Efecto sobre la salud dental.
Parece ser que los polifenoles del té verde tienen un alto potencial anticariogénico.
Se sabe, a través de numerosos estudios clínicos, biológicos y
epidemiológicos, que la luz solar ultravioleta es carcinogénica y que una
exposición repetida a la misma puede conducir al desarrollo de numerosos
trastornos en la piel, tales como cáncer
de piel melanoma y no melanoma. Las catequinas son consideradas agentes protectores tópicos frente a algunos tipos de radiación puesto que previenen el fotoenvejecimiento y posibles problemas cancerígenos debidos a una
prolongada exposición solar.
- Control de la pérdida de peso.
El té verde podría tener propiedades termogénicas no solo atribuibles a
su contenido en cafeína sino, más bien, al efecto conjunto de las catequinas y
la cafeína. Algunos estudios han señalado la capacidad de las catequinas para inhibir la lipasa gástrica ( se encarga de la ruptura de las grasas lo cual favorece su absorción). Por tanto y de acuerdo con algunos autores, los extractos de té verde con
un 25% de contenido en catequinas podrían ser aconsejables para el tratamiento
de los pacientes con sobrepeso cuyo IMC oscila entre 25 y 29,9 kg/m2,
siempre y cuando estos no presenten sensibilidad a las bases xánticas.
- Tolerancia a la glucosa y sensibilidad a la insulina
Algunas
observaciones epidemiológicas y estudios de laboratorio han mostrado que el té
verde tiene efecto sobre la tolerancia a la glucosa y la sensibilidad a la
insulina. Un estudio comunicó que el té verde incrementa la actividad de la
insulina. Un estudió señaló que que la
adicción de limón al té no tiene efecto sobre la actividad potencial de la
insulina, sin embargo, la adicción de 50 gr. De leche por taza disminuye la
actividad de la insulina al 90%.
- Actividad antibacteriana y antivírica.
Desde
tiempos antiguos, los asiáticos conocen las virtudes del té verde frente a la
diarrea.En la actualidad, se sabe que el té verde inhibe el crecimiento y la
reproducción de algunas bacterias, entre las que se encuentran Salmonella, Clostridium y Bacillus. Sin embargo, el té verde no ejerce ningún efecto sobre la flora intestinal, lo cual le
concede una gran ventaja frente a otros agentes bactericidas.
Se ha visto que el té es neuroprotector, fortalece la capacidad del sistema inmune y aumenta la densidad ósea.
A pesar de todos estos efectos beneficiosos del té verde, se ha visto que esta bebida tiene algunos
efectos negativos se deben principalmente a tres factores:
- Su contenido en cafeína
- La presencia de aluminio.
- Los efectos de los polifenoles en la biodisponibilidad del hierro. Numerosos estudios han demostrado que el té negro parece inhibir la biodisponibilidad del hierro no hemo cuando ambos son consumidos al mismo tiempo, aunque el impacto de esta interacción depende del consumo de hierro y de los niveles de hierro en el individuo. Algunos autores afirman que los pacientes con anemia deberían abstenerse en el consumo de té, en cambio, aquellos que padecen hemocromatosis crónica (enfermedad que afecta al metabolismo del hierro provocando su acumulo en órganos) podrían verse beneficiados por el consumo de té. Es importante mencionar que la adicción de limón al té o tomar el té entre comidas podría reducir la interacción entre el té y el hierro.
Por último, solo queda mencionar que serían necesarios estudios más en profundidad acerca de la
naturaleza y los mecanismos de acción de los componentes del té verde y los
niveles de dosis adecuados para que actúe como un alimento funcional.
